sábado, 18 de julio de 2009

¿Bailas?

El coaching ontológico, que es un acompañamiento a las personas en su forma de ser, propone que los seres humanos actuamos desde una coherencia esencial que surge de la integración de nuestro lenguaje, nuestras emociones y nuestro cuerpo. En el lenguaje vivimos. Más que describir con palabras, las personas generamos acciones a través de nuestras diferentes forma de comunicarnos. Estas incluyen nuestro pensamiento, en el que suceden las conversaciones más importantes: las que tenemos con nosotros mismos. Por otro lado, las emociones definen más nuestras decisiones que nuestros pensamientos racionales. El amor y el miedo, sobre todo, mueven el mundo. Desde el cuerpo operamos. Es algo así como el “hardware” que aloja nuestras capacidades. La primera en importancia para el coaching ontológico es nuestra capacidad de observar. Se plantea que lo que decidimos observar y lo que elegimos ignorar es único en cada uno de nosotros. Así sea porque somos más chiquitos, más leídos, o menos queridos, nuestra mirada es determinante en nuestras acciones y resultados posteriores. Tenemos la capacidad de elegir ver las posibilidades de fracaso o las potencialidades de éxito…y así mismo obtenerlo. Nuestra emocionalidad, por su parte, es un termómetro de lo importante y de lo que valoramos, por eso también es necesario ejercitar—para poder observar—diferentes sentimientos. El cuerpo es el espacio en el que alojamos todo lo anterior, y a nosotros mismos. Cuando lo olvidamos o maltratamos, perdemos salud, y por tanto, balance. Con él nos movemos constantemente hacia y desde la acción. Hacia el logro, la celebración y la quietud. Es el cuerpo el que nos sirve para mantener el equilibrio dinámico que nos permite fluir. La mejor práctica para acostumbrar al cuerpo a vivir en las mismas dimensiones que nuestro lenguaje y nuestras emociones es el baile. Estas líneas de la película “Perfume de Mujer” ayudan a “verlo” mejor. Al Pacino (Frank) es ciego y se dirige a una joven en un restaurante. Dicen: “¿Baila el tango? No. Quise aprender pero (mi novio) piensa que el tango es cómico. ¿Quiere aprender el tango? Creo que tendría miedo de equivocarme. No hay errores en el tango…si uno se equivoca o se enreda, sigue bailando. ¿Por qué no prueba? Trataré.” Y tú, ¿bailas?


Maril Núñez es Coach Personal & Profesional. maril.nunez@invenio.com.do
Columna Ser Líder. El Caribe. 11 Julio 2009

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