Uno de los dilemas planteados en coaching es el de la necesidad e incapacidad de cambiarnos a nosotros mismos. El planteamiento es, de entrada, un dilema en sí mismo. Con relación al cambio escuchamos, por un lado, que es lo único constante y, por tanto, si no cambiamos no crecemos. Por otro lado, escuchamos que como vinimos de fábrica estamos bien. Y así, gorditos, impacientes, inseguros e imperfectos debemos aceptarnos y querernos. Pero eso no es tan sencillo y lo cierto es que muchos nos hemos propuesto alguna vez cambiar algo de quienes somos, y muchos hemos fracasado en ese intento una y otra vez. Propongo abordar esto por partes, como Jack. Como obra del Creador vinimos enteros y, como seres humanos completos de nacimiento, somos un regalo de vida. Pero aprendemos luego que el regalo que somos no es suficiente para algún otro y, por tanto, para nosotros mismos. Sin embargo, lo cierto es que nuestra integridad no implica que somos de una forma definida y terminada. Como lo veo, lo que sí implica es coherencia, es decir, en esencia somos de una manera. Tal como lo planteó el reconocido psicólogo Jung, nuestras tendencias básicas permanecen siendo las mismas, sin embargo, lo que hacemos, y cómo lo hacemos podemos modificarlo. O actuamos como nos sale, “porque Dios nos hizo así”, o aprendemos diferentes formas de actuar que nos resulten más útiles para lo que queremos lograr. Esta es la perspectiva del cambio propuesta por el autor futurista Naisbitt. Plantea que si bien es cierto que la humanidad ha evolucionado, en esencia los seres humanos seguimos haciendo lo mismo: estudiamos, trabajamos, nos casamos, tenemos hijos. En el plano del cambio personal quizá resulte abrumador y desalentador proponernos la gran tarea de cambiarnos. Si, por el contrario, aplicamos el método Jack y lo miramos por partes nos podemos plantear simplemente aprender a hacer nuevas cosas o viejas de forma diferente y ser mejores en un dominio de la vida a la vez y con un propósito particular y propio para cada acción. Hablar menos para comprender mejor la amistad, tolerar más para ser mejor mamá, hacer ejercicio para fluir más, escuchar para liderar mejor…desde nuestra misma coherencia esencial, la que trajimos buena.
Maril Núñez es Coach Personal & Profesional. maril.nunez@invenio.com.do
Columna Ser Líder. El Caribe. 20 Junio 2009
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