A diario juzgamos las historias y las acciones de los demás. Se nos hace relativamente fácil observar la conducta apropiada o desacertada de una persona que enfrenta una gran dificultad. Rápidamente somos capaces de señalar la causa de su problema y lo que debería y no debería hacer para solucionarlo. Diría que no solo es fácil "ver la paja en el ojo ajeno", sino también que es fácil opinar acerca de cómo sacarla. Por supuesto. El ojo no es nuestro y hay una sabia ventana de distancia. Simplemente somos humanos y es lo que hacemos: utilizamos nuestras creencias y emitimos sentencias sobre lo correcto e incorrecto...del otro. Sin embargo, cuando la dificultad está en nuestro ojo, nos nubla y no nos permite apreciar las posibles soluciones.
Algunos tenemos la valentía de buscar en el espejo y en él encontrar luz, energía y voluntad para descubrir nuestras propias capacidades de supervivencia: optimismo, perseverancia, fe, disciplina, enfoque o esfuerzo. Las usamos y salimos adelante y pasamos la página con la lección aprendida. Sin embargo, me doy cuenta ahora que también hay algunas personas que aun teniendo la voluntad, carecen de la capacidad de observar. Son ciegas al espejo y no saben mirar hacia dentro de ellas mismas para encontrar su propia caja de herramientas. Cuando conocemos a alguien así podemos actuar el rol de coach y ofrecer la mirada desde la ventana. Si somos buenos coaches le enseñaremos que, a veces, es necesario alejarse y, desde la ventana, obtener una perspectiva más amplia, para luego, acercarse, y comprender mejor. Es posible que nuestro querido coachee descubra poderes casi mágicos dentro y alrededor de sí mismo que le permitan cambiar, encontrar una solución, o salir adelante.
O quizá nos toca descubrir que nuestro coachee no carece de voluntad, ni reprobó porque no estudió en la clase de Espejo 101, sino que nunca aprendió a mirarse a sí mismo porque es parcialmente ciego y simplemente no puede hacerlo.
A todos, la vida nos trae algo incapaces. A algunos, nos hace algo inválidos. Para eso estamos los demás. Para los que no pueden solos con el espejo, quizá nuestro rol sólo sea acompañar en la ventana y, en silencio, mostrar la luz.
Maril Núñez es Coach Personal & Profesional. maril.nunez@invenio.com.do
Columna Ser Líder. El Caribe. 2 Mayo 2009
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